HdC. Si la hospedería de O Cebreiro estuviese en Estados Unidos, dormir en ella costaría miles de dólares por noche. Se trata de un edificio del siglo XVIII pero que remozó el antiguo que acogía peregrinos desde el siglo X. O en otras palabras, este es el lugar público para pernoctar más antiguo del mundo.
Es cierto que la iglesia prerrománica que se yergue a su lado lo oscurece, y los miles de peregrinos que cada año pasan por ahí se fijan más en el templo, pero eso no le resta valor. Las pallozas que se conservan -una de ellas convertida en museo- lo ennoblecen aún más. En la hospedería ha habido actos sencillos, humildes, de reivindicación del Camino Francés cuando nadie hablaba ni en España ni en el mundo de la ruta jacobea, perdida en el sueño de los siglos y recuperada gracias a la labor de Elías Valiña, que precisamente era el cura de O Cebreiro.
La multitud de placas colocadas ante su busto, vecino de la hospedería, impiden el injusto olvido.
Comentarios
Publicar un comentario