El secreto de la iglesia de San Francisco, en el Camino Inglés



HdC. Uno de los grandes hitos del Camino de Santiago en Galicia, y en concreto del Inglés, es la iglesia de San Francisco, en Betanzos. Se trata de una de esas visitas obligadas que hacen todos los peregrinos al recalar en esa localidad coruñesa, y además queda muy cerca -un par de minutos de reloj- del magnífico albergue público, el cual abre sus puertas dentro del casco histórico.

Los orígenes del templo hay que buscarlos en la segunda mitad del siglo XIV, cuando el entonces todopoderoso señor medieval Fernán Pérez de Andrade ordenó reedificar por completo un monasterio que existía en aquel solar desde cien años antes y que, presumiblemente, se encontraba en muy mal estado. 

Pegado a la iglesia existió un monasterio franciscano que alojó hasta casi medio centenar de religiosos. Después de la Desamortización de Mendizábal, en 1836, todo el conjunto quedó abandonado, hasta el punto de que el claustro y la sala capitular desaparecieron para siempre.

San Francisco fue declarada monumento nacional en 1919 y hoy es Bien de Interés Cultural. No es eso lo que va a llamar la atención del peregrino, sino el esplendor de sus ábsides góticos, las tumbas que aloja en su interior y, sobre todo, un magnífico sepulcro, considerado el mejor cenotafio de Galicia. Ahí reposan los restos del mencionado Fernán Pérez de Andrade, que no debió de ser mal gobernante: pasó a la historia con el sobrenombre de “O Bo”. O sea, “El Bueno”.

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