HdC. La Puebla de Arganzón es una
localidad burgalesa. Pequeña, de poco más de medio millar de habitantes. Pero
es en sí misma un hito más del Camino de Santiago, puesto que se trata de una
villa amurallada que pertenece al condado de Treviño. Además, tuvo una gran
importancia estratégica por ser encrucijada de caminos. Y ahí se alza un
monumento que deja con la boca abierta: la iglesia-fortaleza de la Asunción,
una excelente muestra del gótico con toques locales, con tallas de la Virgen en
las puertas y un sobresaliente retablo plateresco en el altar mayor.
Entre esas
paredes se venera la imagen de Nuestra Señora de la Antigua, obra románica y
que, en realidad, no siempre estuvo en ese lugar sino que procede de la ermita
del mismo nombre, la cual a su vez estaba adosada al antiguo hospital de
peregrinos, llamado San Juan Evangelista.
Pero ¿de qué Camino hablamos? De
una de las dos rutas jacobeas que cruzan el País Vasco, la conocida como Camino
del Interior, que desde Irún y Hernani enfila hacia Tolosa, Salvatierra,
Vitoria y Miranda de Ebro. La Puebla de Arganzón es el final de la etapa
anterior a esta última localidad. Cierto: hoy en día pasan muy pocos peregrinos
por esos pagos, pero ello no le quita ni un ápice de interés a la historia. Esa
no hay quien se la robe a la iglesia-fortaleza de la Asunción.
Fotos: Zarateman. Creative Commons CC0 1.0 Universal Public Domain Dedication
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