San Martín de Castañeda, en el Camino del Sudeste a Santiago


C. R. Una de las aportaciones de los Caminos menores a Santiago de Compostela es el gran volumen de monumentos que incorporan al acervo jacobeo. A su vez, esos monumentos se benefician de la imagen de las rutas de peregrinación. O sea, son más conocidos, más visitados y se incrementa la presión popular para que se encuentren en el mejor estado posible.

Uno de ellos es el monasterio de San Martín de Castañeda, en Zamora, muy cerca del lago de Sanabria y, por lo tanto, en la desviación de la Vía de la Plata que arranca hacia las montañas de Ourense. Pleno Camino del Sudeste a Santiago de Compostela. Un cenobio de origen mozárabe cuyos religiosos, con el abad Martín al frente, disfrutaban ya en el año 916 del derecho de pescar en el lago. En el 1215 se unió, como tantos otros, al Císter.

La primera piedra de su iglesia fue colocada en 1150, pero no fue hasta el siglo siguiente cuando estuvo concluida. Buenos sillares de granito para dar forma a una planta de cruz latina de tres naves, con un crucero marcado muy ligeramente, y tres ábsides en su cabecera. Los estudiosos piensan que quizás es una copia humilde de la catedral de Zamora.

El tiempo nunca pasa en vano, y en 1571 se modifica la portada occidental, que a partir de ese año va a mostrar un relieve de piedra (por supuesto, con un San Martín y el pobre). El retablo mayor es clasicista y fue colocado aproximadamente en el 1600, mientras que la espadaña data del XVIII.

Ya pesar de los estragos de la Desamortización decimonónica, San Martín de Castañeda continúa siendo uno de los poco conocidos hitos del Camino de Santiago.

(Foto de M.Peinado vía Wikimedia Commons Licencia CC2.0)

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