HdC.El Pórtico de la Gloria fue construido en el siglo XII como un gran tríptico que recibía a los peregrinos del Camino de Santiago en el lado de occidente de la Catedral de Santiago de Compostela, en una época en la que los sermones en piedra eran el medio más útil de ilustración popular.
Ya en el siglo XVIII, la actual fachada barroca tapó esta joya románica policromada en su origen y esculpida por el Maestro Mateo, inmortalizado como una de las 135 estatuas y alto relieves de este conjunto escultórico distribuido en tres arcos. Durante siglos fue la fachada occidental de la Catedral pero, desde el s.XVIII, permanece oculto tras la portada barroca, al cruzar un nártex con bóvedas apuntadas y un estilo de transición entre el románico-bizantino y el ojival.
Pórtico de la Gloria (Fotografía de Adolfo Enríquez). |
Se trata de un colosal tríptico con un extenso programa
iconográfico realizado por el Maestro Mateo, cargado de enigmáticos mensajes.
En su origen era policromado en vivos colores y oro, aunque las inclemencias
del tiempo, el paso de los años y las agresiones, como la provocada al realizar
una copia en yeso del original en 1866, hicieron necesaria su restauración en
nuestros días.
Su lectura es compleja y debe realizarse en varios ejes,
aunque podríamos simplificarla a grandes rasgos diciendo que el arco de la
izquierda representa la Humanidad antes de Cristo; el de la derecha después de
Cristo, con el Juicio Final; y el arco central contaría el Reino de Cristo
Glorificado.
Destacan las figuras de Jesucristo, en el centro, que mide
cerca de tres metros de altura. Agrupados a su alrededor están los cuatro
evangelistas, todos ellos con sus animales simbólicos. En la arquivolta, en
disposición radial, los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis templan sus
instrumentos antes del concierto celestial.
El parteluz sirve de base para la figura del Apóstol
Santiago. En las ramas del árbol de Jessé, que ascienden por el fuste de
mármol, se aprecia la huella de los cinco dedos que tradicionalmente allí
colocaban los fieles al orar ante el Apóstol. En la actualidad ya no es posible
realizar este rito, porque el tiempo ha acabado por deteriorar esta zona del
Pórtico.
Como tampoco se puede ya chocar la cabeza contra los rizos
del Maestro Mateo. La tradición popular rebautizó esta figura, situada en la
parte trasera del parteluz, como O Santo dos Croques, porque muchos pensaban
que de esta manera les sería transmitida la sabiduría y el ingenio del maestro.
Los peregrinos adoptaron con el tiempo este ritual como suyo, aunque en origen
era una acción propia de los estudiantes de la Universidad de Santiago, una de
las más antiguas de España.
Las grandes figuras de apóstoles y profetas descansan sobre
los pilares que soportan los arcos. Entre ellas destaca el profeta Daniel,
famoso por su risa burlona y contagiosa. Cuenta la leyenda que el profeta se
sonreía al ver las protuberantes formas de la figura femenina que tiene
enfrente. De hecho, otra tradición refiere que el encargado de la obra mandó
serrar los pechos de la escultura y que, como protesta, el pueblo de Santiago
decidió elaborar el queso con forma de tetilla. Esta historia la cuentan como origen del famoso queso gallego Queso Tetilla.
Extrañaba a sus puestos. Me alegro de ver uno en este hermoso lugar, que estoy deseando ver sin que sea cubierto de andamios.
ResponderEliminar¡También nosotros quisiéramos verlo ya sin andamios!
ResponderEliminarEs necesaria la restauración... ¿pero tanto tiempo????
Saludos desde Compostela y gracias como siempre por tus intervenciones.
La imposibilidad de verlo en su totalidad y esplendor es otro de los nefastos servicios que dan los responsables ineptos a los Peregrinos y Turistas que se acercan a Compostela. Los políticos son incapaces de hacer algo por la mejora de la imagen de Santiago Compostela como final del Camino.
ResponderEliminarTienes toda la razón Rafael El Gallego, llevamos casi (o sin casi) 4 años con el Pórtico tapado por andamios.
ResponderEliminarNos han contado que las obras se han paralizado porque se hacía urgente intervenir en la fachada y la cubierta, que es de donde se filtra el agua hacia el Pórtico. Sin estas intervenciones seguir con la del Pórtico no tendría sentido, ya que sólo se conseguiría lavarle la cara pero no actuar en el problema raiz.
Las últimas lluvias -las de este invierno- lo han demostrado, lamentablemente.
A ver si al menos tenemos suerte y vuelven a permitir subir a los andamios para verlo de cerca!!