Corredoira de Don Camilo: Fisterra a la vista

HdC. Las corredoiras eran los antiguos caminos por donde transitaban personas y carros en el mundo rural gallego. Quedan pocas, muy pocas, y en cualquier caso sólo las usan hoy en día los senderistas: el asfalto, para bien o para mal, ha llegado hasta al último rincón de Galicia. En un solo caso la corredoira mira al futuro, y con nombre propio. Se trata de la Corredoira de Don Camilo, por donde pasa el Camino de Santiago. ¿Cuál de ellos? Pues la Prolongación a Fisterra y Muxía. La primera de las localidades citadas se ve en la lejanía, al fondo. Queda ya muy poco, hora y media, para que el peregrino pise la villa otrora marinera y que en el siglo XXI vive del mar, sí, pero también del turismo. Claro que si lo que desea es pisar el fin del mundo aún tiene otra hora bien cumplida si avanza por el Camino histórico –o sea, si sube y luego baja el monte de San Guillermo rumbo a la punta del cabo- y bastante menos si lo hace por la carretera casi sin desniveles que bordea la costa. Y ese, el final de la tierra, sí que es uno de los grandes, enormes, hitos del Camino.

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