Primera etapa rumbo a Fisterra


HdC. Negreiroa está pegado a Negreira. Y por ahí pasa la Prolongación a Fisterra y Muxía. De hecho, en Negreiroa abre sus puertas el albergue de peregrinos, a un poco más de una veintena de kilómetros de la plaza del Obradoiro, de modo que la fama de una de las localidades va unida a la de la otra. En este barrio de Negreiroa destacan, sobre todo, su crucero y su iglesia... y algo aparentemente intangible pero que no pasa desapercibido para el cuerpo: la subida final que remata en el albergue. Ciertamente no puede presumir de mucha longitud, pero semeja interminable puesto que ya es mucho el tiempo que el peregrino lleva poniendo un pie delante del otro. El esfuerzo merece la pena, en cualquier caso, porque ver Negreira entra en la categoría de lo relajante. La villa tiene una parte sinceramente horrible, para qué negarlo, fruto de la especulación urbanística más burda, pero o no se distingue o queda tan al fondo que no impresiona la retina. El que sí lo hace es el pazo de O Cotón, con su capilla al otro lado de la calle y unidas ambas piezas por un enorme y airoso arco. En suma, un buen final a la primera etapa rumbo al fin de la Tierra.

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