HdC. Fonfría es hoy en día una pequeña aldea, apenas habitada, entre el puerto de Acevo y A Fonsagrada. O sea, entre la entrada del Camino Primitivo –procedente de Oviedo y Grandas de Salime- y esa localidad que muestra su fuente sagrada, su iglesia de construcción reciente, su parque y su precioso museo etnográfico. Y si cualquiera de esos elementos es un hito en sí, el hospital de Fonfría también lo es. O mejor dicho, lo fue, puesto que ahora A Casa do Hospital ha pasado a la categoría de vivienda privada. Fuentes orales de la zona aseguran que en los años veinte del siglo pasado todavía se alojaban ahí algunos –muy pocos- peregrinos, y algún libro así lo recoge (si bien no cita de dónde lo saca). Un documento lo describe: "… con su oratorio, aposentos, enfermerías, camas y más utensilios necesarios para recoger y darse posada a los pobres transitantes".
El investigador Enrique López Sánchez descubrió, entre otros muchos más datos del que hoy sería llamado albergue, que después de 1747 –sin que se sepa la fecha- el hospitalero era Jacinto Quintana, "morador en la misma casa". Y suerte que tenía, porque ser hospitalero era tener garantizado el sustento gracias a las rentas.
La visita a Fonfría tiene que completarse con la mirada a su iglesia (en la foto), humilde, pequeña y, sin duda, mucho más frecuentada en el pasado que hoy.
El investigador Enrique López Sánchez descubrió, entre otros muchos más datos del que hoy sería llamado albergue, que después de 1747 –sin que se sepa la fecha- el hospitalero era Jacinto Quintana, "morador en la misma casa". Y suerte que tenía, porque ser hospitalero era tener garantizado el sustento gracias a las rentas.
La visita a Fonfría tiene que completarse con la mirada a su iglesia (en la foto), humilde, pequeña y, sin duda, mucho más frecuentada en el pasado que hoy.
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