Iglesia de las Ánimas, ya en la ciudad de Santiago


 SALVANDO ALMAS

 E.G. Para según qué peregrinos, la entrada en Compostela se ha llegado a convertir en una verdadera carrera contra reloj. Se ansía la llegada al Obradoiro y, de allí, a la Catedral, aunque ello implique olvidar el propio recorrido por el que discurre el Camino en la ciudad. La prisa con la que se entra nos ha hecho olvidar algunos de los antiguos ritos y usos de los peregrinos, que se han sustituido, además, por otros para nada vinculados con la tradición. Otro día hablaremos de los "modernos" ritos peregrinos. Ahora nos gustaría hablar de algo que sí se hacía en otro tiempo, y que se ha ido prácticamente olvidando con los años.

En la ruta urbana, se dice que los peregrinos tenían una parada obligada en la Iglesia de las Ánimas poco antes de encaminarse hacia la Azabachería. Y lo hacían porque era allí donde, rezando 6 Padre Nuestros, se podía salvar el alma de un ser querido. Ahora, aunque no pretendáis ya salvar almas queridas, os animamos a que paréis frente a esta imponente iglesia neoclásica, cuya construcción se iniciara en 1784 de manos del arquitecto Ferro Caaveiro. Su fachada es algo posterior, y en ella destaca un gran relieve con las ánimas rogando en el fuego del Purgatorio.El gran Ramón Otero Pedrayo llegó a decir que éste era el santuario de mayor devoción de Galicia, muy creíble si se tiene en cuenta la especial querencia de los gallegos por las almas penitentes.



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