TH. Este rey, que está soterrado en el panteón de la catedral de Santiago, murió en Vilanova de Sarria, el 24 de septiembre de 1230, cuando iba como peregrino a Compostela. Quiso la divina providencia que el repoblador de tantos burgos gallegos - entre ellos A Coruña, Betanzos, Baiona, Triacastela, Sarria o Melide-, aquel monarca que siempro tiró para Galicia, su reino favorito, dejara la vida en una de las villas que el mismo fundara. El hijo de Fernando II y Urraca de Portugal, coronado en León el mismo año, de 1188, en el que el maestro Mateo colocaba el tímpano del Pórtico de la Gloria, fue un gran protector de las órdenes militares, entre ellas la de Santiago. Y si cuadra, agradecido por tantas mejoras en su Camino y en su casa, el apóstol Santiago lo ayudó en la decisisva batalla de las Navas de Tolosa.
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