HdC. Pasada la iglesia de Iria Flavia, a la salida de Padrón y
por lo tanto en el Camino Portugués ya en la provincia de A Coruña, aparece
ante los ojos un santuario mariano que llena la retina. Es el de A Escravitude,
heredero de una pequeña capilla llamada así, A Nosa Señora da Escravitude (la
traducción al castellano sería Nuestra Señora de la Esclavitud). Existe un
documento notarial que asegura –y por lo tanto así será- que las obras se
remataron en el año 1743, contando entonces el edificio con una sola torre.
Casi siglo y medio después, un gallego al que le habían ido las cosas bien en
la emigración americana financió una segunda torre simétrica.
Pero no es este el edificio que queda recogido en la foto adjunta, ya que este corresponde a la muy cercana iglesia de Cruces, ante la cual también pasa el Camino Portugués. Pero lo cierto es que muchos peregrinos avanzan sin detenerse ante este hito. Quizás porque casi todos se detienen en A Escravitude, quizás porque el juego volumétrico de este nuevo templo es complejo, con varios añadidos y ampliaciones.
La recomendación es observar con calma al menos los canecillos del ábside. Y ahí el peregrino descubrirá el humilde y esplendoroso románico rural gallego..
La recomendación es observar con calma al menos los canecillos del ábside. Y ahí el peregrino descubrirá el humilde y esplendoroso románico rural gallego..
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