HdC. Hace unos días –concretamente el lunes de la semana pasada- abrió sus puertas a los peregrinos el albergue público de Castroverde, una localidad en pleno Camino Primitivo y como quien dice a las puertas de Lugo, puesto que la distancia que separa a ambos núcleos se salva en menos de cinco horas a paso muy tranquilo. El albergue es sencillamente espectacular, diseñado y presupuestado en otros tiempos más boyantes. Un lujo para los 34 peregrinos que puede albergar.
Pero Castroverde tiene también un hito que al menos la mitad
de las veces pasa desapercibido, ya que se encuentra al otro lado de la
carretera, en la parte opuesta de la Ruta, y sólo en algunos puntos concretos
se distingue. Merece la pena cruzar el asfalto y llegarse hasta él un rato. Es
el castillo. O mejor dicho, lo que queda de él. ¿Y qué queda? En primer lugar,
todos los muros exteriores, no muy altos y posteriores a la magnífica torre
medieval, torre de homenaje de tradición normanda y por lo tanto con su entrada
elevada, no a ras de suelo. Y es que, como a nadie se le escapa, la defensa era
más débil si el enemigo podía entrar dando una patada en la puerta.
Lo dicho: visita recomendada.
Reportaje fotográfico del albergue de Castroverde.
Graciñas por estas palabras a Castroverde.
ResponderEliminarUn saúdo!
¡Es que lo merecía!.
ResponderEliminarGracias a vosotros por vuestro comentario.
Algun dia recuperaremos esa joya de patrimonio que es el castillo de Castroverde
ResponderEliminarAlgundia recuperaremos esa joya de patrimonio que es el castillo de Castroverde
ResponderEliminar¡¡Y que todos nosotros lo veamos!!
ResponderEliminar¡Una maravilla de castillo! Y el hospitalero del albergue amabilísimo :)
ResponderEliminarSi que lo es :-)
ResponderEliminarGracias por tu comentario.